El pasado 1 de junio, tras casi dos décadas de construcción y con más de 28 millones de toneladas métricas de roca eliminadas, el primer pasajero atravesó el túnel de base de San Gotardo, en los Alpes Suizos, para llegar desde Zúrich a Milán en tan sólo tres horas. Se trata de la pieza central del proyecto gigantesco NRLA -nuevo enlace de ferrocarril a través de los Alpes- de Suiza. Y para proteger y asegurar este conducto subterráneo de más de 57 km de longitud, se han instalado los sistemas de control y protección contra incendios de Siemens. Una sofisticada tecnología que consta de más de 200.000 sensores y alberga las más altas exigencias de logística y procesamiento de datos.
Estos sistemas de seguridad de Siemens controlan y monitorizan todas las instalaciones de forma automática a través de sensores, controladores eléctricos y equipos de videovigilancia. Esto incluye la colocación de cámaras de video en puntos multifunción conectados, a través de miles de kilómetros de cable de fibra óptica, a dos centros de control en las entradas norte y sur del túnel. Además, esta tecnología permite grabar el movimiento de cada tren y mostrarlo, a su vez, en las pantallas del centro de operaciones.
Esta tecnología de Siemens, que controla toda la infraestructura, -compuesta por más de 3.200 km de cables eléctricos y 2.600 kilómetros de cables de datos-, es capaz de detectar desde una puerta que no ha sido cerrada correctamente a un fallo en la iluminación. Y en caso de que sea necesario, se puede activar el sistema de ventilación, iluminar el punto de emergencia más próximo y abrir las puertas de forma automática, mientras los más de 60 responsables que trabajan en los centros de operaciones pueden ver todo lo que sucede a través de las pantallas.
Cinco estados de alarma diferentes
Las distintas situaciones que se pueden presentar en caso de emergencia están clasificadas de acuerdo a cinco estados de alarma diferentes. El sistema informa y ayuda a los responsables de operaciones a tomar decisiones que permitan solventar la situación. De hecho, los sensores son capaces de comprobar el estado de los trenes, tanto si presentan sobrecalentamiento de frenos o fallos, antes incluso de que entren en el túnel y sin necesidad de que se detengan.
Como es obvio, la seguridad es fundamental en un subterráneo donde en un futuro cercano circularán más de 200 trenes al día a velocidades de más de 250 km por hora. Por ello, en caso de incendio, estos túneles están conectados cada 300 metros por conductos transversales que actúan como vías de escape para los pasajeros. Cada túnel tiene dos estaciones de emergencia cada 600 metros que permite la evacuación de hasta 1.000 pasajeros.
Sin embargo, la tarea principal de este nuevo sistema de control y seguridad es la disponibilidad del mantenimiento. Con esta nueva herramienta de Siemens, los períodos de mantenimiento, los tiempos de parada y la necesidad de disponer de repuestos, se pueden planificar de forma eficiente.
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