La profesora Diana A. Filipescu nos propone ahora pararnos en cada una de las 10 claves para lograr el éxito en la internacionalización de las empresas. En esta primera entrega, Filipescu se centra en el diagnóstico de la situación de la empresa, fortalezas y debilidades ante el proceso de internacionalización. Diana A. Filipescu es profesora de Negocios Internacionales y Marketing de la Toulouse Business School, Campus Barcelona.
La internacionalización es un tema importante para las empresas que a menudo se traduce en un crecimiento vital, resultados útiles del aprendizaje, un rendimiento financiero superior y minimización del riego. A pesar de tener éxito a nivel nacional, el éxito internacional de las empresas no está garantizado debido a los diferentes competidores y consumidores internacionales y también a ciertas ventajas competitivas reconocidas solo en su mercado de origen (por ejemplo, la marca o un producto que gusta localmente). Por eso, es muy importante que las empresas realicen un exhaustivo análisis interno, y que tengan claro cuales son sus fortalezas y debilidades que les serán útiles en los mercados internacionales o para la internacionalización.
El primer requisito clave para internacionalizarse es contar con los recursos necesarios ya que al contrario la salida al exterior puede terminar en un fracaso.
- 1. TANGIBLES: Son los recursos más fáciles de identificar en la empresa, porque se pueden ver, se pueden tocar, se pueden valorar. Dentro de esta categoría distinguimos los financieros y los físicos.
Frente al proceso de internacionalización, la empresa debe prestar suma atención a los recursos financieros, ya que sus limitaciones pueden representar una barrera significante, en un sentido muy amplio: para financiar la actividad productiva de la empresa, el capital circulante, etc.; para financiar los esfuerzos para desarrollar su actividad internacional (visitar mercados, participar en ferias y misiones comerciales, preparar material promocional, invertir en campañas de marketing ya que se tiene que construir desde cero una marca, etc.)
En cuanto a los recursos físicos, se debe mirar si la empresa tiene la capacidad para aumentar su producción. En caso contrario, intervendrían los recursos financieros para aumentar dicha capacidad. Por otro lado, a medida que la empresa se siente segura y con posibilidad de crecer, se debe comprometer a largo plazo con el mercado, y por lo tanto considerar abrir una filial propia en el extranjero
Una empresa que decide desarrollar sus actividades en mercados exteriores debe prestar especial atención a la reputación como una fuente de ventaja competitiva ya que se relaciona con la propia reputación de una marca entre los clientes, de los productos, y las relaciones de una empresa con respecto a sus proveedores.
La reputación de la empresa es la razón por la cual un consumidor está dispuesto a pagar una cantidad extra por un producto o servicio en la que confía plenamente.
La tecnología, por otro lado, representa una ventaja competitiva imprescindible en el mercado internacional. Es la base de la innovación y la propiedad intelectual (registro de marcas, patentes, derechos de propiedad, secretos comerciales).
Y por último, la cultura organizativa es quizás el recurso más intangible pero a la vez de los más valiosos, y es que la cultura identifica la empresa: su forma de trabajar, sus rutinas, su orientación, sus comportamientos.
Los recursos humanos son de suma importancia en el proceso de internacionalización de la empresa y de ellos depende el éxito internacional. La internacionalización precisa tener gestores preparados para ella, con un conocimiento mínimo de cómo funcionan los mercados internacionales.
De acuerdo a la valoración que se puede hacer de los recursos y capacidades, la empresa puede determinar cuál es el mercado más adecuado para ir, en base a la calidad del producto, la capacidad de entender la cultura del destino, adaptar el producto o servicio al mercado, etc. También es importante apuntar que la internacionalización podrá tener un efecto positivo en la adquisición de recursos y capacidades que permitan un mayor éxito y/o mayor grado en el proceso de internacionalización.
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